Un Poema Casi Inventado

martes, 23 de noviembre de 2010

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No me acuerdo si el último verso era así, pasa que lo copié mal, pero no importa, puede ser otra opción.

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¿Qué quieres que te pregunten cuando lees?
Yo no tengo la verdad, no me preocupo por ella.

El mejor momento no es bueno.
Pero supera a los anteriores.

Éxtasis, en el presente, éxtasis,
Es eterno su final y muere.
El día y la noche lo atestiguan, dan otro impulso para que no termine.
Ahora es imperiosa la caída, la altura es mayor y más agradable el descenso.
Antes no pudo haber sido mejor, no habíamos subido lo suficiente.

Las paredes del encierro no hacen nada para evitar los golpes.
Los animales defienden su territorio luchando con todas sus fuerzas.
Y yo guardo mis secretos.

Mi conciencia acepta al bien como al mal, y logra distinguirlos.

Las supersticiones se interponen, no puedo hacer el bien cuando no puedo hacer el mal.
Necesito espacio.
Reparo los errores de la naturaleza y aprendo de ellos,
Y cuando trato de mejorar, el tiempo se acaba y muero, y la naturaleza muere y me muestra su debilidad.

Con mis manos toco mi cuerpo y no envidio a la humanidad,
Lo peor no queda en mí sino en los hombres, luego seré peor como ellos.

Hoy no siento dolor, escribo.
Ella jamás espera que regrese porque nunca me voy, sigo a su lado.
La cama la despeina, la dejo dormir el tiempo que no me quiere.
¿Al despertar leerá los poemas que escribo?

jueves, 18 de noviembre de 2010

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Hace calor y va a llover...

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Pronto lloverá y no me preocupa,
Porque la lluvia no puede tocarme.

Los vientos que abren mi ventana
Contienen la energía que debo observar,
Sentado en un rincón, con poca luz, con la oscuridad que necesito.

Esperando por mí,
El rostro en mi espejo no conoce las palabras, se cubre de humedad y limpieza.
Las voces de las personas allí afuera, con alegría, con insultos, con gritos.
Me reconforta escuchar esas voces que atraviesan mis oídos.
El sonido de los autos puede taparlas, las hace misteriosas, interesantes.
La caída de los árboles, de sus pájaros y de sus nidos cuando son derribados.
Las calles mojadas que nunca se secan por las noches, salpican los pantalones de las mujeres.
La gente habla, ellos me hablan y no me interesa, quiero escuchar sus voces.
El sonido de las voces.

¿Puedo convencerte de algo?
¿Por qué debo convencerte de algo?

Si lees hojas en blanco todos los días y todas las noches.
Acaso podré darte mi vida y darás mucho por ella.
Aceptaré lo que me des, lo invertiré en palabras.
Luego te dejaré tomar las hojas en blanco, las disfrutarás porque no podrás dar mi vida por ellas.
Comprenderás que tu vida es importante para mí.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Arañas sangre 1

Hace más de 5 meses que no posteaba acá, y me da lástima dejar este blog, lo que pasa es que no seguí escribiendo esta historia, pero a no desesperar, lo haré en un futuro no muy lejano, mientras tanto voy a ir publicando algunos poemas que tengo. El libro que recopila estos poemas se llama Arañas sangre. Espero que sea un buen retorno. Y no digo más.

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Me veo al espejo.
Sobre el vidrio húmedo las gotas recorren caminos imperfectos.
Respiro en el agua y no puedo morir,
Continúo practicando y no puedo lograrlo.
He abandonado mi fe.

Creí en un Dios que dejó de estar entre nosotros, ha cambiado.
Hay un nuevo Dios, pero yo no tengo fe en él.

No quiere que muera,
No permite que entre el agua a mis pulmones.
El antiguo Dios lo hubiera permitido.