CAPITULO XXII
Dejamos atrás la plaza buscando una luz distinta, y lo que encontramos fueron un par de pandillas. Algo así como bandas callejeras. Dispuestas una frente a otra, preparándose para la batalla. Celeste estaba impresionada por la estética de estos grupos. Mi preocupación no se centraba en lo estético sino en salir de ahí lo más pronto posible.
Pero no hubo tiempo. Ni distancia que separara a esas bandas.
¡…!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

Otro capítulo breve eh, a ver qué pasa con esas pandillas, jajaja. Un saludo.
ResponderEliminar